El pequeño príncipe melancólico

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http://laetus.blogia.com/2008/032801-el-principe-feliz-124-oscar-wilde-124-.php 

Erase una vez un príncipe melancólico, que vivía en el palacio imaginario.

Día a día el príncipe se quejaba del presente, y añoraba con gran melancolía los tiempos pasados, los cuales lloraba por no haber sabido apreciarlos.

Todos los días debía aprender y refinarse con instructores, compañeros y otros menesteres, para los deberes que tendría. Y mientras tomaba las lecciones para cuando llegara a ser Rey, en su mente solo cabía la melancolía.

Su madre insistía en que su luz se apagaba, la cual en la infancia lo hizo brillar. Pero el príncipe se estaba opacando por su insistente melancolía. Se culpaba a si mismo, y también a sus padres.

Sus quejas melancólicas iban y venían, eran acerca de todo. El castillo imaginario, que era digno para cualquier familia real, para él era asfixiante, después de todo sus padres tenían la culpa de eso por nunca procurar cuidarlo y ordenarlo para el.

Otros días se quejaba de su propia frustración, de la cual sus padres tenían la culpa también, mejor lo hubiesen educado para ser un corredor de dragones. Eso era de lo que no les perdonaba, no haber entendido que era lo que él iba a querer después.

Y así, pasó el tiempo y el príncipe siguió quejándose de su amarga melancolía, que le impedía vivir. El castillo se hacinó de las cosas y basura que nadie ordenó, y era imposible vivir en él. Los Reyes murieron, y él jamas se permitió decirles que los amaba. Nunca la melancolía lo dejo pensar en el presente, y mucho menos en el futuro.

Ahora todo se acaba, vivir en los recuerdos no le permitió aprender a ser Rey, y la frustración triunfo sobre sus esfuerzos para cumplir sus sueños. Se dejo vencer por la melancolía antes de intentar cualquier cosa.

Las riquezas se fueron, las oportunidades se acabaron y lo único que le quedo al príncipe melancólico fue su gran melancolía.


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Idea original